domingo, 13 de febrero de 2011

Campamento de parteras



¡Y llegó por fin! El lunes en la mañana me desperté bien temprano para meditar, practicar asanas, tener tiempo para mí. Nos faltaban comprar algunas cositas de última hora, como las flores, así que a las 8 de la mañana ya estábamos por el pueblo paseando. Llegamos a Luna Maya, Isa y yo, y nos fuimos directas al jardín. Hacemos muy buen equipo juntas. Ella se puso a deshojar flores y yo fui montando el altar. La propuesta de Cris era que hiciéramos un pasillo con pétalos hasta llegar al círculo hecho con más flores al fondo del jardín. Dentro del círculo, colocamos una vela en cada dirección y una central con la virgen de Guadalupe. También pusimos maíz, frijoles, copal, cacao y ocotes (una madera que huele bien rico). Estaba todo tan bello, lleno de flores, velitas y amor. Cuando llegaron las chicas, ya estábamos casi listas. Antes de entrar al pasillo florido que las llevaba hasta el altar, las fuimos limpiando con copal y les entregábamos una vela a cada una, luego iban llegando al círculo y sentándose donde sintieran. Éramos 17 mujeres y había una energía que podías casi agarrar con las manos. Un comienzo muy amoroso. Empezamos las actividades bajo el fuerte sol de los altos de Chiapas, abriendo nuestros corazones, haciéndonos conscientes de para qué estábamos en el campamento ¡y en la partería!
Trabajamos muchos temas: mujer sana, pelvis, posicionamiento fetal, parto vaginal después de cesárea, postparto, acompañamiento, homeopatía y flores de Bach.  Lo que he de decir es que ningún tema fue tratado de forma convencional. Cristina tiene un don bien potente, que es guiarte hacia la profundidad de tu Ser, para que bucees en él, para que te des cuenta, te abras, mires de frente quién eres, dónde estás, para qué estás ahí, cómo vas a darle la vuelta y hacia dónde quieres ir realmente. Es una gran maestra, muy sutil y amorosa, tanto que casi ni te das cuenta de cómo vas yendo cada vez un poco más lejos y profundo aún. Es muy hermoso descubrir tantas cosas de ti, de tu luz y tu sombra y poder nombrarlas, sentirlas y compartirlas con el grupo. Se te hace presente cómo todas tenemos dentro un sinfín de vivencias que nos llevan a emociones y a movernos por la vida de una manera que a veces ni nos cuestionamos. El campamento es un espacio íntimo donde cada una ahonda en sí misma y nos vamos haciendo de espejos unas a otras. Es increíble ver cómo cada vez que habla una, las demás sentimos que esa historia tiene mucho de ti. La enseñanza mayor de este encuentro de una semana no son conocimientos teóricos sobre partería. Todas sabemos (o podemos aprender en libros) cuestiones básicas que una partera lleva a cabo. Pero el aprendizaje mayor de este encuentro es dónde estás tú, quién eres, para qué asistes partos, desde dónde acompañas, qué tiene que ver contigo todo esto, ¿y con tu historia personal? Es revelador ir encontrando respuestas y dándote cuenta de tus condicionamientos y estructuras, de cómo puedes estar realizando tu práctica desde un lugar erróneo o no muy correcto y ni siquiera haberte dado cuenta. Es tan fina la línea donde una toma el poder de la mujer que está acompañando, quitándole el suyo, aniñándola y no permitiendo que sea la protagonista. Es tan fácil caer en los errores que quieres evitar, es tan rápido poder meter la pata, decir una palabra que hiera o marque un antes y un después en la maternidad…
Todo eso es por donde estuvimos navegando, a través de ejercicios sencillos pero que te hacían viajar un poco más adentro a cada instante ¡cuánta sabiduría, Cristina! Recorrimos el laberinto de Inanna, pintamos desde el inconsciente, modelamos después de ser guiadas a lugares remotos de nuestra alma. Bailamos, cantamos y compartimos mucho, mucho. La partería exige que tú seas capaz de desnudarte y quieras crecer, pues ¿cómo si no ibas a estar al lado de otra mujer en el rito iniciático más ancestral y visceral de toda su vida? ¿Cómo pedir a tus hermanas que se rompan si tú no eres capaz de resquebrajarte? 
El campamento, hermanas, es ALTAMENTE RECOMENDABLE. Les aviso cuando Cristina vaya para España, que no será de aquí a más de un año… Espero puedan disfrutar de la sabiduría de esta gran maestra.

2 comentarios:

  1. amada hermana chamana vikinga tolteka alada loba...te leo, te huelo y me sonrío al percibir la alquimia de las almas que se reconocen más allá de las tierras y de las mareas, mucho más allá del infinito ocho que tejen sin cesar nuestras pelvis y nuestros pechos...te sueño desde antes de conocerte y, como tú, me lancé tras un tiempo al círculo de mujeres que tú coordinabas. Escribí en la barra de búsqueda de Google lo que recordaba que me había comentado un compañera de clase de shiatsu, un año y pico antes: "ileana rota doulas"... Esa fuerza sale de las tripas y es imparable; los ojos hablan, buscan y asienten.En estos momentos soy Osa Parda y sueño mucho y muy rico. Sé que estoy en transición, mudando la piel, como muchos seres en estos tiempos. Muchos mensajes me entrega amorosamente La Madre a cada instante...como a tí la Mar..."confía en el ciclo de la vida" este vibra en mí pecho desde hace una semana y algo...y esta noche se me peló el cuerpo entero...casi ná! gracias a la vida por rencontrarnos, hermana, mirada de obsidiana. También abrí un blog:nurusdeli@blogspot.es. Te quiero, bonita

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  2. hoy escribí algo sobre mi manada.
    tú estás en ella desde hace unos meses, haciendo de loba maestra...para mí, que me siento un poco lobezna, pero cada vez más hembra

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