jueves, 10 de febrero de 2011

Segunda semana



Realmente ha sido bien tranquila esta semana pues se trataba de ir aprendiendo más cosas sobre dónde está todo y cómo funciona Luna Maya,  y repasar lo aprendido anteriormente.
Es bien importante conocer la filosofía y el funcionamiento del lugar en el que estás  colaborando, sobre todo si es un proyecto para el bien de los demás. Estoy sintiendo bien mágico todo lo que sucede, de qué manera se resuelven   las cuestiones que surgen, cómo se tienen en cuenta todos los aspectos (físicos, mentales y emocionales) no sólo de las mujeres que se acercan a consulta, sino de todas las que formamos el equipo y, cuando digo todas, somos todas: parteras, estudiantes, administradora, directora y co-directora, limpiadora, recepcionistas, profesoras de diversas actividades. Es bien gratificante preguntarnos cómo estás o cómo te sientes, qué necesitas…. Es muy agradable trabajar así, con tiempo para escuchar y ser escuchada.
Asistí a mi primer taller de crianza, que se titulaba “Crianza feliz”. Se da una información muy útil, se tratan temas como el respeto, el amor, los límites, los llantos, las rabietas, la paciencia, el amor, la comunicación. El taller consta de una parte que podríamos decir “más teórica” pero donde todas las personas que estamos en la sala participamos y opinamos. Se trabaja también con recuerdos de nuestra propia infancia y haciéndonos conscientes de cómo se graban en el Ser hasta el día de hoy. De este modo, las mamás y papás se dan cuenta de cómo pueden cambiar ciertos aspectos en la crianza de sus hijos e hijas para así hacerla desde un lugar más sano. Estuvimos viendo posturas para llevar a bebés recién nacidos con el fular y también cuando crecen. Me gustó mucho lo participativa que es la gente y cómo entre todos fuimos haciendo el taller, no era una profesora dando consejos o hablando, entre todos construimos y fuimos dando forma a las cuestiones que más nos interesaban o preocupaban.

Otra cosa que he empezado a hacer es bebida de combucha. Introduzco el hongo en té verde y azúcar morena y lo dejo macerar 10 días. Luego lo envaso. Esta primera vez no salió, pues el hongo se llenó de moho, así que volveré a intentar esta semana de nuevo. Ojalá salga bien.
Una de las cosas que más disfruto de la semana son las reuniones de “revisión de casos” de los viernes. Son muy dinámicas y, entre lo que escuchamos y decimos sobre las personas que se acercan a Luna Maya, vamos aprendiendo muchísimo. Me encanta ir preguntando todo lo que no sé. Mis maestras son amorosísimas y van contestando todas mis dudas. De verdad que se aprende mucho así. Antes de empezar la reunión, nos tomamos un tiempo para hacer una rueda de palabra y expresar al grupo cómo estás hoy, cómo te ha ido la semana, cómo te sientes y si necesitas expresar algo de ti o respecto al grupo o algo que te inquiete o haya sucedido esa semana en la casa de partos y quieras comentar. Es bien bello ir abriendo los corazones y saber cómo están tus compañeras pues, a veces, van pasando los días y cada una está metida en su trabajo o en sus propias cuestiones y no tienes mucho tiempo para conversar con las compañeras. También recordamos siempre el pacto de la privacidad de todo lo que hablamos ¡sobre todo respecto a las mujeres que vienen a consulta! Sinceramente, los viernes son días muy amenos.
Este viernes las estudiantes también tuvimos reunión con nuestras maestras: Alana y Cristina. Hablamos de bibliografía, bases de datos y actividades que debe realizar la estudiante. Nos fueron diciendo el temario que tenemos que estudiar para los próximos dos meses y comentamos todo el semestre. La verdad es que hubo un momento que me agobié pues me pareció un montón y me sentía perdida, sobre todo no sabía bien cómo lo iba a hacer. Pero, lo bueno, es que lo expresé y me sentí más tranquila, también sentí mucho apoyo por parte de las profesoras. Será estupendo empezar a entrar en las consultas, conocer a las mujeres, aprender habilidades clínicas y asistir partos. Una cosa que me gustó mucho es que tengo que investigar dos temas por semana. Según vaya viendo cosas en consulta que me llamen la atención o sobre las que me interese aprender más, esos temas serán los que tenga que entregar al final de la semana. De momento, hasta que no pase la semana de campamento de parteras, no haré nada de todo esto, pero ya tengo muchas ganas.
El viernes, como broche final, Cris nos comentó todo lo que necesitábamos comprar para el campamento de parteras y nos pidió si podíamos ofrecer nuestra casa por las tardes para hacer ahí las actividades del campamento ¡Isa y yo dijimos que sí al unísono! Así que el sábado nos dedicamos a comprar flores, copal, velas, tés, panes, frutas, frutos secos, cartulinas, pinturas y un montón de cosas más que usaremos la próxima semana.
Para concluir he de añadir que ha sido una semana bastante tranquila, muy productiva y estoy deseando que llegue el campamento de parteras, es una oportunidad de sanación inmensa y una conexión muy fuerte con tus hermanas. Se acerca la fuerza del círculo, una vez más…

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