domingo, 14 de agosto de 2011

CLASES DE EMERGENCIAS, MATERIALIZANDO





Un día nos dijo nuestra maestra “mañana tendremos clases de emergencia”. Nos pareció genial. Al día siguiente, a la hora acordada, Marinah nos dijo “vamos al cuarto de partos”. Muy inocentemente, mi compañera y yo preguntamos “¿llevamos el cuaderno?” y ella respondió “No hace falta”. Nos pareció raro pero, si la profe lo dice…
Llegamos al cuarto y nos dice “Isa, tú serás la partera. Ile, tu la asistente”. Nos pareció bien. Entonces otras dos compañeras hacían diferentes roles en diferentes situaciones que ella nos iba presentando.
¡Había tantas cosas de las que estar pendiente! El tiempo, dónde estaban las cosas, las constantes vitales, las medicinas, el control de la situación, tu propia respiración, informar a la familia, mantener la calma propia y de todos…..
Era muy duro ver que se nos pasaba el tiempo, que había veces que no sabíamos qué hacer en una situación en concreto… No había tiempo de quejarse porque había “vidas en riesgo” (eran simulacros pero parecía bien real).
Para ambas estudiantes fue bien duro el proceso, sobre todo el último caso, una hemorragia, pues no sabíamos la teoría del protocolo a seguir en esos casos.
Cuando terminó la clase estábamos hundidas. Supuestamente se nos habían muerto dos bebés y una mujer…. Quedamos bien tocadas. Yo pensaba que era un poco injusto que no nos hubieran avisado para que estudiáramos la teoría y se nos lanzara al vacío de aquella manera. Pero, así es la vida, y así nos tocó aprender. Quedamos tiradas en la cama del cuarto de parto, abrazadas, tomando rescate. Fue muy duro abrirse a dichas situaciones de aquella manera tan brusca y gráfica a la vez. Desde luego nos quedó bien claro que hay que tener los protocolos requetebién sabidos  para, en caso de una emergencia real, poder aplicarlos sin vacilar.
Realmente fue una clase muy fructífera y nos sirvió un montón para ponernos las pilas y estudiar. Tuvimos que escribir unos protocolos nosotras, investigando en varios libros y después se los entregamos a la maestra para que los corrigiera.
Lo bonito es que volvimos a tener otra clase para aprender a reanimar bebés y saber qué hacer en caso de shock o hemorragia. Agradezco mucho que ya lo sepamos.
Lo no tan bonito es que, después de dos semanas estudiando tanta emergencia, nos sucedieron un par de ellas…. Así es la vida, mi´jita, la energía siente el llamado y viene…
O eso quiero creer. Después dije “mejor no estudiemos emergencias por un tiempo ¿no?”
Pero, como partera, no puedes dejar de estudiar y estar al día, es una responsabilidad bien grande saber responder a una situación de emergencia.
Ahí estamos, aprendiendo humildemente y cruzando los dedos para que no se den casos como estos. Pero con la confianza de que, si ocurren, sabremos actuar.
Namasté

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