jueves, 21 de abril de 2011

Marzo intenso y dinámico



Hace tiempo que no me siento a escribir, no es por falta de ganas... Marzo ha estado lleno de vida y vacío de momentos para poder contar todo lo acontecido. Voy a hacer un rápido recorrido por la cantidad de cosas que acontecieron.
Hicimos una fiesta sorpresa a nuestra compañera que estaba a punto de parir. Ni se lo esperaba, la sentamos en el jardín, le pusimos una corona de flores y le regalamos cada una una cuentita para su collar de partos. Me encanta esta tradición donde todas las hermanas aportamos nuestra fuerza a la que está por parir. Fue una noche un poco fresca pero hermosa. Le pintamos también un cuadrito con dibujos de todas para que estuviera con ella cuando lo necesitara.... Acá en Luna Maya la vida es pura celebración. Siempre encontramos un motivo para reunirnos y celebrar la vida, el amor, la amistad, la alegría... es muy gratificante estar rodeada de personas que sienten y viven así, tal y como a mí me gusta, disfrutando de la vida, de las cimas y los valles y siempre festejando, encontrandonos y compartiendo.
De aquella mujer agasajada aquel día, nació una hermosa niña el 3 de Marzo ¡y tiene un montón de tías!

También hicimos una despedida sorpresa a mi maestra Alana, que decidió volver a su país, después de un tiempo de trabajo en Luna Maya. Tampoco se lo esperaba. Llenamos el jardín con pétalos de flores por la tierra, y la esperamos al final de éste con una silla y un cuenco para lavar sus pies. Fue muy emotivo pues yo, su discípula, le lavé los pies, física y simbólicamente, en honor  a todo lo que me enseñó y agradeciéndole su labor. Con este baño quedó sellado el compromiso como estudiante de continuar aprendiendo allá donde esté, allá donde vaya, hasta que yo misma pueda enseñar... y así continuará el linaje de parteras.

También le llenamos la bañera de la sala de partos con pétalos de rosas, pero ella no lo vió hasta el final... cuando la dejamos sola en la habitación en la que tantos partos había atendido ¡y era la primera vez que iba a entrar en esa bañera!
Fue un día inolvidable pues, entre todo lo que hicimos, le regalamos una cesta llena de "consejos" de amigas. Es una antigua tradición en Africa, cuando una mujer se va a casar, las demás le ponen papelitos en una cesta para que los abra cuando tenga momentos difíciles en su relación y así se acuerde que no está sola, que sus amigas la aman y puede, a su vez, leer los consejos o palabras de aliento que un día sus hermanas colocaron allí. Es muy hermoso.

También ha habido varias celebraciones de cumpleaños (más sorpresitas) y mucho, mucho amor. Acá en San Cristóbal, está la tribu de parteras chamanas que colma mi alma de gozo en estos momentos. Está siendo realmente exquisito cada momento que nos juntamos... ¡y es a diario! Me encanta llegar a Luna Maya y abrazarnos, darnos los buenos días, preguntarnos cómo estamos, qué neceesitas de mi hoy... es tan femenino y agradable...

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